Google está probando una nueva función en su servicio de noticias Discover que reemplaza los titulares originales con versiones generadas por IA, lo que a menudo resulta en resúmenes engañosos o sin sentido. Este experimento, actualmente implementado para un número limitado de usuarios, ha generado preocupaciones entre los editores sobre la precisión, la participación de los lectores y el control sobre cómo se presenta su contenido.
El problema de los titulares de IA
Los titulares generados por IA están diseñados para ser concisos (normalmente cuatro palabras o menos), pero en la práctica, con frecuencia eliminan el contexto esencial, exageran afirmaciones o inventan información. Los ejemplos incluyen titulares como “Se revela el precio de Steam Machine” (que es falso) y “La GPU AMD supera a Nvidia” (engañoso, ya que se refiere a las cifras de ventas de un solo minorista). Estos titulares se adjuntan a trabajos periodísticos con pocos indicios de que hayan sido reescritos por IA, lo que potencialmente confunde a los lectores y daña la credibilidad de los editores.
No se trata sólo de mala calidad; representa un cambio de control. Los editores dedican un gran esfuerzo a elaborar titulares que reflejen con precisión su contenido y atraigan a los lectores. El experimento de Google esencialmente anula ese esfuerzo, tratando los artículos de noticias como productos que deben optimizarse para los clics, independientemente de su veracidad. La compañía ofrece un pequeño descargo de responsabilidad (“Generado con IA, que puede cometer errores”) pero lo oculta detrás del botón “Ver más”, lo que hace que sea fácil pasarlo por alto.
Por qué esto es importante
La medida es parte de una tendencia más amplia dentro de Google: priorizar sus propios productos sobre los sitios web externos. El objetivo declarado de la empresa es “hacer que los detalles del tema sean más fáciles de digerir”, pero el resultado suele ser sensacionalismo y distorsión. Este cambio tiene implicaciones para todo el ecosistema de noticias, particularmente porque el tráfico fluye cada vez más a través de plataformas como Google Discover en lugar de visitas directas a los sitios de los editores.
El experimento pone de relieve una tensión creciente entre las empresas de tecnología y la industria de las noticias. Google ha admitido ante el tribunal que “la web abierta ya está en rápido declive” y sus acciones, como este experimento titular, sugieren que está acelerando esa tendencia. El potencial de lectores mal informados y pérdida de confianza es significativo, especialmente cuando el contenido generado por IA es indistinguible de los titulares escritos por humanos.
El futuro de la presentación de noticias
Si bien Google sostiene que se trata de un experimento limitado, el problema subyacente persiste: las plataformas controlan cada vez más cómo se descubren y consumen las noticias. Esto ejerce presión sobre los editores para que se adapten o se arriesguen a perder alcance de audiencia. Para muchos, como The Verge, que ahora depende de las suscripciones, la única solución viable es encontrar modelos de ingresos alternativos que eviten la dependencia de la plataforma.
El experimento puede durar poco si la reacción es lo suficientemente fuerte. Sin embargo, sirve como un claro recordatorio de que el futuro de la presentación de noticias está cada vez más a merced de algoritmos y agendas corporativas.
