El auge de los médicos con inteligencia artificial: por qué los pacientes recurren a los chatbots en busca de asesoramiento médico

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Cada vez más estadounidenses buscan asesoramiento sobre salud en chatbots de inteligencia artificial, impulsados por la frustración por las deficiencias del sistema médico tradicional. Desde diagnósticos erróneos hasta largos tiempos de espera, muchos pacientes descubren que la IA ofrece una atención más rápida, más accesible y, a veces, más atenta que sus médicos. Pero esta tendencia plantea serias dudas sobre la precisión, la responsabilidad y el futuro de la relación médico-paciente.

Una tendencia creciente

Wendy Goldberg, una abogada jubilada de 79 años, recurrió a ChatGPT después de que su médico descartara sus preguntas sobre la ingesta de proteínas. En cuestión de segundos, el chatbot le proporcionó un objetivo de proteínas diario específico, mientras que su médico solo ofreció consejos vagos. Esta experiencia refleja una tendencia más amplia: casi uno de cada seis adultos, y una cuarta parte de los menores de 30 años, ahora utilizan chatbots para obtener información de salud mensualmente.

Por qué los pacientes están cambiando

Las razones son claras. Muchos pacientes enfrentan largos tiempos de espera para las citas, altos costos y la sensación de que sus inquietudes no se toman en serio. Jennifer Tucker, de Wisconsin, pasa horas con ChatGPT y lo encuentra más paciente y minucioso que su médico de atención primaria. El chatbot nunca la apura, a diferencia de su médico, que parece ansioso por seguir adelante después de sólo 15 minutos.

El encanto de la empatía

Los chatbots se destacan por brindar lo que muchos pacientes anhelan: atención y validación. Elizabeth Ellis, psicóloga clínica que recibe tratamiento contra el cáncer de mama, se sintió ignorada por sus proveedores, pero ChatGPT se mostró inmediatamente receptivo y empático. El robot incluso anticipó sus temores y le aseguró que un síntoma no significaba necesariamente que su cáncer fuera recurrente. Esta empatía artificial puede resultar profundamente reconfortante, aunque no sea genuina.

Los riesgos del diagnóstico de IA

A pesar de su conveniencia, los consejos de salud basados en la IA están lejos de ser infalibles. Los estudios muestran que los chatbots a menudo hacen diagnósticos inexactos, especialmente cuando los pacientes omiten detalles cruciales. Un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard encontró que los chatbots rutinariamente brindan respuestas incorrectas, incluso cuando están entrenados con información precisa. En un caso, un hombre estuvo recluido en una unidad psiquiátrica durante semanas después de que ChatGPT sugiriera bromuro de sodio como sustituto de la sal, lo que le provocó paranoia y alucinaciones.

El factor de persuasión

Algunos pacientes utilizan chatbots para preparar argumentos para sus médicos, armados con estudios y terminología para desafiar los consejos desdeñosos o desactualizados. Michelle Martin, profesora de trabajo social, ahora utiliza ChatGPT para investigar sus síntomas y confrontar a sus médicos con preguntas basadas en evidencia. Este cambio empodera a los pacientes, pero también corre el riesgo de pasar por alto el criterio médico profesional.

Los médicos responden

Algunos médicos reconocen la tendencia y señalan que un tercio de sus pacientes ahora consultan previamente los chatbots. Adam Rodman, un internista, dice que los pacientes a veces llegan con una comprensión más clara de sus condiciones, e incluso sugieren tratamientos viables que no había considerado. Sin embargo, a otros les preocupa que los pacientes ignoren por completo el consejo profesional.

El futuro de la atención sanitaria

El auge de los médicos de IA está remodelando la dinámica médico-paciente. Si bien los chatbots ofrecen comodidad y accesibilidad, también introducen riesgos de diagnóstico erróneo, autotratamiento y erosión de la confianza en los profesionales médicos. La verdadera pregunta no es si la IA podrá reemplazar a los médicos, sino si exacerbará las desigualdades existentes en la atención médica, dejando a los pacientes vulnerables aún más dependientes de información poco confiable.

La conclusión: Mientras el sistema médico siga siendo defectuoso, los pacientes seguirán buscando alternativas, incluso si esas alternativas conllevan sus propios peligros.