SpaceX ha confirmado que uno de sus satélites Starlink no funciona correctamente y pronto volverá a entrar en la atmósfera terrestre. El satélite, parte de la enorme red de banda ancha de la compañía, experimentó una anomalía que hizo que perdiera el control y comenzara a “dar vueltas” en órbita.
¿Qué pasó?
El miércoles, SpaceX informó de un problema con el satélite que provocó una fuga de propulsor y un rápido descenso en su órbita. Si bien el satélite en sí está prácticamente intacto, ahora gira caóticamente y se quemará por completo en unas semanas. La buena noticia es que la trayectoria actual del satélite no representa una amenaza inmediata para la Estación Espacial Internacional (ISS), y SpaceX está trabajando con la NASA y la Fuerza Espacial de EE. UU. para monitorear su descenso.
Por qué esto es importante: el creciente riesgo de desechos espaciales
Este incidente pone de relieve un problema creciente en la órbita terrestre baja: la creciente densidad de satélites y desechos espaciales. SpaceX ha lanzado más de 10.000 satélites desde 2019, y aproximadamente 8.600 están actualmente operativos. Si bien la mayoría están equipadas con propulsores de maniobra, las colisiones son cada vez más frecuentes a medida que estas “megaconstelaciones” llenan el espacio.
Esta misma semana, un satélite SpaceX Starlink evitó por poco chocar con el lanzamiento de un competidor chino, quedando a sólo 200 metros del impacto. Los expertos advierten que estos cuasi accidentes podrían eventualmente desencadenar lo que se conoce como el síndrome de Kessler, una catastrófica cascada de colisiones que dejarían ciertas órbitas inutilizables durante generaciones.
“La mayor parte del riesgo de operar en el espacio proviene de la falta de coordinación entre los operadores de satélites; esto debe cambiar”, dice Michael Nicholls, vicepresidente de ingeniería Starlink de SpaceX.
¿Qué se está haciendo?
SpaceX está investigando activamente la causa del mal funcionamiento e implementando actualizaciones de software para evitar incidentes similares. La compañía insiste en que está comprometida con la seguridad espacial y está trabajando para mitigar el problema. Otras agencias espaciales y empresas privadas, incluida la china CAS Space, también piden una mayor colaboración internacional para evitar futuras colisiones.
Este incidente sirve como recordatorio de que el espacio está cada vez más poblado y que los esfuerzos coordinados son esenciales para evitar el caos orbital. El satélite Starlink que cae eventualmente se quemará sin causar daño, pero el problema subyacente de los desechos espaciales sigue siendo un serio desafío para el futuro de la exploración y el comercio espaciales.




























