La reunión anual de reguladores estatales de servicios públicos rara vez acapara los titulares. Sin embargo, la reunión de este año en Anaheim, California, destacó gracias a la destacada presencia de gigantes tecnológicos como Amazon, Microsoft y Google. Estas empresas no sólo patrocinaron la conferencia sino que también participaron activamente en debates y exhibieron sus marcas, lo que refleja un cambio significativo en el panorama energético de Estados Unidos.
De iniciativas verdes a actores energéticos dominantes
Hace unos años, las empresas de tecnología se centraban principalmente en invertir en fuentes de energía renovables como la solar y la eólica. Esto fue impulsado por el deseo de reducir su huella de carbono y responder a las crecientes preocupaciones de los consumidores sobre el cambio climático. Hoy, el panorama es dramáticamente diferente. Las empresas tecnológicas se han convertido en actores importantes del sector energético, desdibujando la línea entre consumidores y productores de energía.
Ampliación de operaciones: inversión en generación de energía
Para satisfacer sus crecientes necesidades energéticas, muchas empresas tecnológicas han establecido filiales que invierten directamente en generación de energía e incluso venden electricidad. Esta electricidad suele ser comprada por empresas de servicios públicos tradicionales, que luego la distribuyen a hogares y empresas, incluidas las propias empresas de tecnología. Sus inversiones y operaciones ahora eclipsan significativamente las de muchas empresas de servicios públicos establecidas.
El auge de la IA impulsa la creciente demanda de electricidad
La actual explosión de la inteligencia artificial (IA) es el factor clave detrás de la creciente demanda de electricidad. Los sistemas de IA requieren grandes cantidades de energía para hacer funcionar los centros de datos que albergan los servidores que los alimentan. Estos centros de datos están ubicados estratégicamente en estados como Virginia y Ohio. En 2023, los centros de datos consumieron más del 4% de la electricidad del país, una cifra que se prevé que aumente hasta el 12% en tan solo tres años.
Por qué la IA exige más potencia
Es importante comprender que las computadoras impulsadas por IA consumen mucha más energía que los dispositivos estándar como los teléfonos inteligentes o las plataformas de transmisión por secuencias. Entrenar y ejecutar modelos de IA requiere mucha más potencia de procesamiento y, en consecuencia, mucha más electricidad.
Una limitación al crecimiento: el poder como cuello de botella
La creciente demanda de electricidad está afectando la capacidad de expansión de la industria tecnológica. El director ejecutivo de Amazon, Andy Jassy, dijo recientemente a los inversores que la escasez de centros de datos y, fundamentalmente, de la capacidad para ejecutarlos, está limitando el potencial de ventas de la empresa. “La mayor limitación”, afirmó, “es el poder”.
Este cambio pone de relieve un desafío potencial para el futuro: ¿las crecientes necesidades de energía de la industria tecnológica afectarán la disponibilidad y asequibilidad de la electricidad para los consumidores cotidianos?
El auge de los centros de datos de las grandes tecnologías significa una profunda transformación en la industria energética estadounidense, lo que plantea interrogantes sobre las implicaciones a largo plazo para la disponibilidad de energía, los costos y la relación entre las empresas de tecnología y las empresas de servicios públicos tradicionales.
